En 2016, científicos de la Universidad Estatal de Moscú, fuera de Rusia, descubrieron nuevas especies de plantas en Turquía, Kazajstán, Laos, Vietnam, Congo, Mongolia, Kirguistán, Cabo Verde y Madagascar. En general, en los últimos cinco años, se han descubierto alrededor de 60 nuevas especies. Hay tres formas de abrir especies: al realizar una investigación de campo, después de lo cual las plantas encontradas se comparan con las especies ya descritas en los libros de referencia. El segundo método consiste en el estudio morfológico del herbario, que le permite estudiar una variedad de plantas de todo el mundo, recolectadas en un repositorio. El tercer método es el estudio de la genética molecular de las plantas, que permite encontrar en ellas signos resistentes que no se pueden ver a simple vista. La selección de dicho grupo se basa en las propiedades detectadas y los signos externos. Por ejemplo, el año pasado, la cebolla turca Allium urusakiorum se descubrió de esta manera, que se encontró durante el trabajo de campo. Como resultado de la definición de directorios, fue representativo de una especie extendida. Luego, los científicos de la Universidad Estatal de Moscú realizaron estudios genéticos moleculares de una muestra de plantas y concluyeron que esta especie consta de diez especies localmente comunes que son muy diferentes entre sí y se concentran en los sistemas montañosos de varios países. Uno de estos hábitats de la nueva especie resultó ser el norte de Turquía en la frontera con Bulgaria.